¿Tu hijo, o tu hija, tiene demasiados juguetes o ropa y aún te pide más? ¿Exige tener el último videojuego que ha salido a la venta? Cuidado, es posible que se esté volviendo un materialista.
Por Juan Francisco Dávila Blázquez. 13 abril, 2016.¿Tu hijo desea las marcas de zapatillas que usan sus compañeros del colegio? ¿Exige que le compres el último videojuego que salió a la venta? ¿Se avergüenza de la antigüedad de tu auto? Cuidado, es posible que se esté volviendo un niño materialista.
Un materialista es alguien que piensa que si tiene mucho dinero o bienes, será más feliz y exitoso (no confundir con la definición filosófica de materialista. persona que cree solo en la existencia de la materia y niega el mundo espiritual).
Existen niños materialistas. Piensan que si tuvieran más juguetes serían más felices, o que cuando crezcan, solo querrán trabajar en un puesto donde ganen un montón de dinero. Estos niños, al igual que los adultos materialistas, están más expuestos a la infelicidad, a un menor disfrute de la vida e incluso a la depresión. Y, por supuesto, cada padre debe preguntarse si quiere que su hijo se defina por lo que tiene o por lo que es.
Muchas veces, las actitudes materialistas son resultado de lo que sucede en casa. Si la madre o el padre centran su vida en el dinero, es muy posible que el niño haga lo mismo. De nada sirve decirle: “lo importante es lo de dentro / debes estar orgulloso de quién eres, no de lo que tienes”, si en casa ve que el papá prefiere trabajar hasta las diez de la noche para lograr un ascenso que le permita ganar más, a pasar más tiempo con los hijos. O si ve que mamá juzga a la gente por el barrio en que vive o la marca de ropa y cartera que usa, y no por lo que hay en su interior.
Otras veces, el materialismo de los hijos depende de su personalidad. Los niños y adolescentes con baja autoestima suelen recurrir a la posesión de artículos de marca, juguetes o ropa cara para ‘recompensar’ su ego lastimado (una adolescente segura de sí misma no necesita vestir con Lacoste o Ralph Lauren para sentirse espléndida). Algunos estudios afirman que los chicos son más materialistas que las chicas; por lo menos en países occidentales como Estados Unidos o el Reino Unido (curiosamente, no en países orientales como China).
¿Qué culpa tiene la ‘tele’?
La televisión, la publicidad, todo el ambiente y experiencias que viven los niños cuando se alejan de la mirada protectora de sus padres influye mucho en la actitud consumista de los chicos.
He aquí algunos ‘síntomas’ a tener en cuenta, de la actitud consumista de los niños, y una guía para afrontarlos:
¿Tu hijo ve mucha televisión? Hay evidencia de que el número de horas que un niño pasa frente a la pantalla se relaciona con un mayor consumismo. Pero, más importante que el número de horas es cuánto cree tu hijo en lo que ve. Si cree que lo que dicen los anuncios es siempre la verdad… querrá vivir en un mundo de fantasía que no existe y terminará siendo infeliz. Conversa con él sobre lo que muestra la publicidad. Explícale que detrás de cada anuncio hay una empresa que quiere vender y que no todo lo que reluce es oro; pero, si tiene menos de siete años no lo intentes. Los niños de esa edad no pueden comprender la intención de venta detrás de los anuncios, algo que en los años setenta se usó como argumento en Estados Unidos para intentar prohibir, sin éxito, la publicidad a niños pequeños.
¿Es tu hijo fácilmente influenciable? Si es así, ya te lo puedes imaginar comprando todo lo que esté de moda… para pertenecer (o creer que pertenece) al grupo. Incluso en el Reino Unido se llega al extremo de niños que sufren bullying o son considerados como una casta inferior por no llevar las zapatillas de ciertas marcas. Y más aún… ¿sabes qué amigos tiene tu hijo? ¿Son como los amigos de Feriha, la de la novela turca, y le hacen querer aparentar que tiene lo que no tiene? Tus libros y tus amigos, preséntamelos mi Juan, decía el poeta mexicano Juan de Dios Peza. Un padre que no conoce ni los amigos ni los libros que lee su hijo… va mal encaminado.
¿Desea ser como los ricos y famosos? Este es uno de los factores que más predicen el materialismo infantil. Los artistas de cine y jugadores de fútbol son modelos a seguir, para los niños, aunque no tengan contacto directo con ellos. Cuando un niño es un gran fan de un rico y famoso, quiere ser como él. Y, la vida de los artistas y deportistas actuales va de la mano con excesivos ingresos, vida glamorosa y gastos desmedidos.
Habla con tu hijo sobre los aspectos sombríos de los famosos. Cuéntale que Michael Jackson necesitaba anestesiarse para dormir; que Robin Williams se suicidó y que Amy Winehouse murió por abusar del alcohol. Cuéntale que, probablemente, los tres seguirían vivos de no ser por el dinero y la fama.
¿Es tu hijo religioso? Tocamos aquí un tema delicado, pues los padres tienen el legítimo derecho de transmitir a sus hijos sus creencias (o dudas) religiosas. Sin embargo, la religiosidad de los adolescentes o la asistencia a misa suele ir acompañada de un menor nivel de materialismo. En un estudio reciente, niños educados en colegios religiosos mostraron menores niveles de materialismo que los niños de colegios laicos. Si eres creyente, considera que la vida espiritual de tus hijos puede ser una aliada en la lucha contra ciertas actitudes consumistas.
A veces, en medio de la sociedad de consumo en la que vivimos, la batalla contra el consumismo de los hijos parece perdida; pero no lo está cuando los padres y madres dedican tiempo a explicarles qué es realmente importante.